Luego del anuncio de privatización, la estatal Corredores Viales aumenta el peajes pero ni siquiera corta el pasto ni tiene en marcha ningún plan de obra para mejorar la Ruta Nacional 3, donde ya se produjeron varios accidentes.
La empresa estatal Corredores Viales, perteneciente al Gobierno Nacional, ha tomado la decisión de abandonar a su suerte no solo la traza de la Ruta 3, sino también la vera de esta importante ruta nacional en la cual desde hace largos meses crece el pasto sin que lo corten a pesar de que cobran un peaje que volvió a aumentar la semana pasada y se supone está destinado a mantener y mejorar el funcionamiento.
“Están por concesionarla a una empresa, por eso no hacen nada”, le dijo un empleado de Corredores Viales a La Voz de Monte, mientras otros automovilistas se detenían en el peaje del kilómetro 76,2 para hacer el reclamo por escrito. “Es una vergüenza que ni siquiera corten el pasto, frenaron las obras en toda la ruta y encima esto”, le dice a este medio una de las personas que el jueves por la noche dejó asentado su reclamo por escrito.
“Al respecto le informamos que, sin perjuicio de que nuestra actuación se encuentra bajo la supervisión de Vialidad Nacional, hemos tomado debida nota de sus comentarios elevándolos al área correspondiente para su análisis y acciones que consideren tomar sobre el caso”, respondió la empresa estatal de la que el Ministerio de Obras Públicas posee el 51% y Vialidad Nacional el 49%, ante el reclamo de corte de pasto, medida vial básica para evitar accidentes.
En la rotonda del kilómetro 72, en Cañuelas, ocurrió algo insólito: los vecinos se organizaron para cortar el pasto como un modo de evitar accidentes que se produjeron en esa zona, donde hay una rotonda y una estación de servicio, casi como una constante que se repite en toda la traza y que los vecinos de Monte sufren especialmente en el tramo Monte-Cañuelas pero también en el sentido hacia Las Flores, donde tampoco hay mantenimiento.
Fuentes del Destacamento San Miguel del Monte de la Policía Bonaerense, ubicado a metros de la rotonda de ingreso al pueblo, informaron que realizaron el reclamo telefónico a la empresa Corredores Viales para lograr que corten el pasto. Reconocieron estar en falta pero el pasto sigue creciendo sin freno, porque dejaron de pagarle a la empresa encargada de realizar la tarea. “Además, los retornos están muy oscuros y ahí es donde se producen la mayoría de los accidentes”, dijo una fuente policial.
El problema es que el pasto alto entorpece todo el desarrollo vial de la ruta. En los retornos no es posible ver si algún vehículo circula por allí, salvo que uno quite la vista del camino para llevarla hacia el costado. Además, el pasto tapa las señales y los mojones que indican el kilometraje de la ruta.
En octubre pasado el gobierno de Javier Milei anunció que empezaba un proceso privatizador de Corredores Viales, que tiene a cargo unos 10 tramos de autovías, por una extensión de 6.000 kilómetros en 11 provincias.
Esta situación de pasto sin cortar se suma al mal estado de la ruta, sobre todo en la mano hacia Monte, desde el peaje hasta el kilómetro 88, donde los desniveles, los pozos, las irregularidades del camino ponen el riesgo el manejo y la salud de los automovilistas, pasajeros y transportistas.
Para seguir sumando, la rotonda de ingreso a Monte, que distribuye el tránsito de la Ruta 3 y la Ruta Provincial 41, quedó destrozada por la acción de las máquinas cuando unos meses antes se la había reparado a nuevo. Y es otra obra frenada desde hace más de un año. Ahí están los pozos para los pilotes de la futura ruta, testigos mudos de un estado nacional que conscientemente abandona a su suerte a la Ruta 3.
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Luego del anuncio de privatización, la estatal Corredores Viales aumenta el peajes pero ni siquiera corta el pasto ni tiene en marcha ningún plan de obra para mejorar la Ruta Nacional 3, donde ya se produjeron varios accidentes.