No es con “notorios” sino con “notables” que se impulsara el desarrollo de Monte
Ejemplar número 4923. Año L. Monte (provincia de Buenos Aires). 26 de febrero de 1961
Ejemplar número 4923. Año L. Monte (provincia de Buenos Aires). 26 de febrero de 1961
Últimos hechos de pleno conocimiento público han determinado al periodismo, a ciertos sectores políticos y a vastos núcleos de la población, a elevar certeras críticas a la forma de conducción gubernativa en Monte.
Desde hace años, tenemos por aquí la nada original costumbre de ‘elegir’ para ocupar los más altos cargos electivos o administrativos del gobierno local, a personas que ‘parezcan algo’, es decir, que detenten cierta notoriedad. Igualmente, para las candidaturas de legisladores. Luego, ocurre lo de siempre. El ‘candidato’ solo era ‘aparentemente notable’. Era solo un vulgar ‘notorio’. Sencillamente, se había hecho conocer porque durante cualquier cantidad de tiempo, ocupó su quehacer cotidiano en algo intrascendente que, por serlo, lo mantuvo ‘incontaminado’. Pero, en cuanto lo sometieron a la ‘prueba de fuego’, el calor de la lucha, de la responsabilidad, de la habilidad, de la capacidad cierta y verdadera, lo desteñía, lo azoraba y lo convertía en lo que siempre fue: una persona sin experiencia de vida, y sin mayor brillantez de pensamiento.
De tal forma, la comunidad sometida a esos gobiernos sufre las consecuencias directas de la incapacidad de ese notorio, que nunca fue ni será notable, pues lo que ‘natura no da, Salamanca no lo presta’.
Por ello, Monte ha de reencontrarse cuando sus hijos vean que, con gente que aparente ser importante, no se va a solucionar absolutamente nada. Sino por el contrario, las soluciones han de aparecer cuando los cargos electivos recaigan en verdaderos luchadores, en hombres capaces, en políticos avezados, en una palabra, en esa gente fogueada en las contiendas asiduas por el beneficio de los demás.
Los cómodos están cómodos, y si tienen que hacer una gestión para, pongamos por ejemplo, internar un enfermo en un Hospital de Buenos Aires, solicitar un nombramiento cualquiera, requerir una obra pública de difícil canalización presupuestaria, etcétera, no se han de molestar, precisamente porque están cómodos por antonomasia.
Pero que no quepa la menor duda, que el otro hombre ‘aquel’ que nunca estuvo cómodo porque la lucha de la vida lo ha templado en aconteceres de nervio y pelea, será a no dudarlo el gestor de gobierno indicado. Será el verdadero notable. El hombre que no aparentaba espectabilidad social, pero que, llegado al gobierno, ha de ser sin duda un notable de verdad.
Y ha quedado evidentemente demostrado, que los pueblos de hoy van tras las soluciones y no tras las banderas innominadas y fatuas de los ‘personajes’ que solo atienden a lo suyo, abandonando a los demás. Los pueblos hoy necesitan notables y no notorios.
Solo con notables, Monte logrará el impulso que hoy está perdiendo de forma dramática.
En este domingo soleado, Mirta Girado, nuestra miembro emérita, nos comparte parte de sus raíces, hermosa historia de su abuela, compañera del fundador de “La Voz de Monte”. La enseñanza de estas bellas palabras es la siguiente: qué importante es tener la compañía adecuada para emprender hazañas en este caminar que se llama vida.
En esta entrega tenemos el honor y la grata satisfacción de poder disfrutar de las palabras de Mirta Girado, nuestra miembro emérita en la refundación de La Voz de Monte. Nos contará como nació el mítico diario que dió voz a los que no poseían.