Girado Mirta 2022-08-07El fundador de la palabra
En esta entrega tenemos el honor y la grata satisfacción de poder disfrutar de las palabras de Mirta Girado, nuestra miembro emérita en la refundación de La Voz de Monte. Nos contará como nació el mítico diario que dió voz a los que no poseían.
Don Juan Crisóstomo Girado oriundo de Chascomús, cuna de sus mayores;
En su larga trayectoria, no dejo más que hojas impresas, tal vez para que el viento las recogiera como trozos de su misma historia en el periodismo bonaerense.
Porque allí, donde se acento no hizo más que fundar periódicos de los que vieron la luz en Tandil, Dolores, Chascomús, General Belgrano y nuestro amado San Miguel del Monte.
En el año 1910 Don Juan Crisóstomo y su Hijo Pedro (mi padre) visitaron Monte para los festejos del centenario de la revolución de mayo y así fue como, prendado de estos pagos, decidió instalarse aquí con su familia.
Fue en la Casa de Acevedo, frente a la plaza Virrey Vertiz (conocida como Plaza España), hoy llamada Raúl Iribarne, donde fijo su primera residencia.
Allí fue donde fundo “La Voz De Monte” primer periódico local.
En esta atmósfera de plomo, tinta y de papel, sus hijos Juan Candelario, Juan Crisóstomo y Pedro Omar (mi padre) aprendieron el maravilloso arte del gran Gutenberg, siendo este último quien continuara la labor periodística.
El domicilio donde se imprimió el último ejemplar de la Voz De Monte fue en la calle Laura Gianacovo ex B. Mitre, allí fue donde se apagó para siempre la pluma de una generación que supo llevar la voz de un pueblo que por entonces creció y se proyectó hacia un futuro mejor como era el anhelo de mis mayores, dejándonos a todos nosotros entrañables recuerdos de vivencias imborrables.
Quisiera recordarlos citando un párrafo que escribió mi padre al cumplirse el 30 aniversario de la desaparición física de Don Juan Crisóstomo Girado (mi abuelo).
“Algún día se ha de escribir la historia del periodismo lugareño. Y también alguna vez, se ha de perpetuar en el bronce de los sucesos más salientes y señaleros de la vida cultural y social de este pueblo, los nombres de aquellos abnegados, heroicos y valientes periodistas que en el surco de la vida, de la lucha y el sacrificio, no solo dieron lo mejor de su pasión y su prédica, sino también, el ejemplo de su conducta y su acción en aras de ideales que, si bien es verdad fueron superiores a sus voluntades, no dejaron por eso de llevar alas en sus pensamientos y sus propósitos con el fin de hacerlo florecer en el ambiente de Monte en sus más ricas, más fecundas perennes floraciones.”
“Y entre los hombres, entre esos seres, que abrazando en horas difíciles el periodismo, cuando aún de esa santa misión se tenía una remota idea y esperanza sin tenérsela jamás en cuenta, habrá sin dudas de surgir nítidamente con sus claros/oscuros la figura del fundador de LA VOZ DE MONTE. Don Juan C. Girado como un apóstol del pensamiento escrito”.