Necesidad de un entendimiento
La Voz de Monte. Ejemplar número 4.959. Viernes 6 de abril año 1962. MONTE (PROVINCIA DE BUENOS AIRES)
La Voz de Monte. Ejemplar número 4.959. Viernes 6 de abril año 1962. MONTE (PROVINCIA DE BUENOS AIRES)
Que la unión hace la fuerza, no es ninguna novedad y, a pesar de ser esta sentencia tan vieja, su actualidad se renueva momento a momento, más aún, en las escabrosas instancias de nuestro mundo tan moderado como convulso.
Nuestro medio – Monte- es una de las tantas comunidades que hacen a la fuerza de la nación. Pero antes de ello, sus convecinos hacen a la fuerza de Monte, propiamente dicho.
Todos los habitantes que aquí vivimos, hacemos a Monte.
De ahí que la armonía que debe reinar soberana en el medio, cuando está ausente, se deba pura y exclusivamente a nosotros mismos. Y, la armonía no puede ausentarse, más debe promulgarse a través del tiempo y la historia como uno de los presupuestos básicos para fortalecer – por analogía- la grandeza de la nación.
Últimamente en nuestra ciudad se desató una cruel lucha política, que en algunos casos configuro una arquitectura vitupera, descendiendo a la tenebrosidad de inventar leyendas falaces con la finalidad de obnubilar honras. Tal cosa, alcanzo la meta del mal gusto y consagro algunas personas como muy dotadas para la arteria y la maldad.
LA VOZ DE MONTE, en muchas oportunidades – en el apogeo de lucha tan desleal- llamo a la cordura a los nominados y a veces innominados responsables, entendiendo que tanta insensatez tenía por fuerza que desembocar en un final no solo apático, sino dramáticamente estéril.
Pero tanta mezquindad – felizmente de pocos, pero eficaces en su bullanguería- ha dejado una buena enseñanza. Aprenderán los declamadores de la honradez que la honra, no se adquiere acusando cuando no se es fiscal. Si no que, por el contrario, la honradez fija su presencia en la conducta medida en el ejercicio cotidiano del sentido común, y la práctica de decirlas cosas cuando deben de decirse – con toda claridad y asumiendo personalmente las responsabilidades emergentes.
Pero nunca, descendiendo al lodazal de la infamia, un aumentando las miserias de los hombres, en proporciones colosales fuera de toda área de realidad positiva.
Ello es mentir. Y la mentira es propia de los villanos.
En Monte, se reclama entendimiento. Un claro y preciso entendimiento. No creemos en la intransigencia de los obcecados, ni en las posiciones de familia. Consideramos que, en monte, como en todos lados, hay gentes que saben ejercitar el sentido común y discernir sobre quien habla por causas personales, y sobre quien lo hace por su vena inspirativa de político nato. Y en Monte, se necesita un político, que sepa conducir el gran núcleo tradicional de Monte.
La reciente campaña proselitista, dejo evidenciado qué profesionales, comerciantes y empleados, metidos a políticos improvisados, han desatado una ola de incontroladas pasiones. Y ello, porque la política es para los políticos.
Dejemos a ellos, su conducción. Ellos los políticos de monte- sabrán seguramente entenderse mejor que otros que no lo son, metidos apresuradamente a su ejercicio, sin haber, previamente, verificado la práctica de años que resulta menester.
Pero dejamos sentada la premisa. En Monte, deben nuclear las fuerzas tradicionales.
Ojalá, nos sepan entender. Y ojalá se cumpla.
Por Monte y por su tradición.
En este domingo soleado, Mirta Girado, nuestra miembro emérita, nos comparte parte de sus raíces, hermosa historia de su abuela, compañera del fundador de “La Voz de Monte”. La enseñanza de estas bellas palabras es la siguiente: qué importante es tener la compañía adecuada para emprender hazañas en este caminar que se llama vida.
En esta entrega tenemos el honor y la grata satisfacción de poder disfrutar de las palabras de Mirta Girado, nuestra miembro emérita en la refundación de La Voz de Monte. Nos contará como nació el mítico diario que dió voz a los que no poseían.