Martín Aleandro 2024-12-26T15:02:00.000ZImproClú: nace en Monte un nuevo espacio teatral de creación
El lunes tuvo lugar un encuentro teatral donde la improvisación y la creatividad mostraron su mágica esencia sobre el escenario. La compañía artística ImproClú abrió sus puertas con un espectáculo gratuito donde mostraron un enorme potencial creativo y un camino a seguir en el ámbito cultural local.
Como sucede con la religión, y así también con el arte, solamente los creyentes más ortodoxos afirman que existe una sola. En algún sentido quizá tengan razón. Sin embargo, aunque llegáramos a admitir tal falacia, no podríamos dejar de hablar de múltiples lenguajes artísticos. El arte y la humanidad caminaron de la mano y fueron construyendo un mundo más habitable; un mundo perfectamente bello donde las nuevas generaciones pudieran existir en plenitud. Este camino y esta construcción colectiva no se dieron naturalmente, sino que fueron una elección política frente al vacío del silencio. ¿Cómo sería un mundo sin arte? ¿Cómo sería el mundo sin teatro?
Estas preguntas retóricas tuvieron su respuesta el pasado lunes por la tardecita cuando el ImproClú salió a escena a dar cuenta de la importancia de volver a creer y de construir un espacio colectivo dedicado a los distintos lenguajes artísticos. Con una propuesta totalmente underground llevaron adelante un espectáculo que puso en valor nuevamente aquella impronta del Parakultural donde, frente al vacío total post dictadura, llenaron con arte el sombrío reducto de la calle Venezuela al 400. En ese entonces significó un importante y necesario lugar de encuentro y esparcimiento, hoy, el ImproClú propone algo similar: un abrazo colectivo para sentirnos vivos y unidos en tiempos difíciles.
Nahuel Lago, Luciana Turlione, Flavia Queijillavert, Cecilia Rainero y Marto son integrantes de este proyecto teatral que está en plena génesis. El ImproClú vino para quedarse e invitar al juego, es una puerta abierta a dejar soltar la imaginación y dejarse llevar por la situación propuesta. Cecilia Rainero nos dijo que: ”surgió la idea de juntarnos para actuar y trabajar en base a la improvisación, nos venimos reuniendo hace bastante tiempo y se empezó a desarrollar un lenguaje bastante propio y particular (…) cada vez va a ser diferente porque la idea no es trabajar sobre una obra, sino entrenar la improvisación (…) a todos nos convoca el humor como lenguaje".
Nahuel Lago afirma: “no solamente puede surgir el humor en una escena, sino también el drama, al improvisar queda liberada a cualquier propuesta espontánea. Son historias únicas que suceden ahí y no se repiten, varían de muchas maneras y pueden terminar en la risa o en otra situación…”.
El teatro de improvisación es una forma de actuar donde los actores crean escenas, personajes y tramas en el momento, sin un guión previamente escrito. Los participantes utilizan su imaginación, creatividad y habilidades para crear una historia o escena de manera espontánea. Las sugerencias o estímulos que salen del público son, muchas veces, la materia prima para construir una escena. Esta forma de interactuar con los espectadores tiene, en este tipo de espacios teatrales, su particularidad, quizá, más significativa, ya que no hay guion preestablecido, sino, una hoja en blanco donde poder jugar con los presentes.
Lo espontáneo, lo interactivo, la improvisación teatral se centra en la creación de escenas y tramas donde todo puede pasar. En este fluir de ideas los actores y las actrices renuevan su capacidad de conexión en escena y su capacidad de volver a los juegos de la infancia. La escena puede cambiar rápidamente, se va elaborando en el momento, nada es rígido, todo es líquido, todo es magia…